Anticorrosivo para agua de calderas

QUIMICTON T.R.G. 3

 

Es muy conocido el efecto corrosivo del Anhídrido Carbónico o Bióxido de Carbono sobre los metales: lo podemos ver a diario en las botellas de vidrio de gaseosas con tapa metálica tipo "corona". Apesar que estas tapas tienen un barniz protector, en las botellas con cierto tiempo de envasado se aprecian las marcas del metal de la tapa sobre el vidrio. Esto que sucede a temperatura ambiente, se ve tremendamente potenciado a las altas temperaturas de la caldera.
¿De dónde proviene el bióxido de carbono?: Es un gas, que junto con el oxígeno, está normalmente presente en el agua que consumimos. Incluso es deseable su presencia en el agua potable, dado que estos gases aumentan la digestibilidad del agua. Todos hemos visto a las mamás "airear" el agua hervida de la mamadera de su bebé para que no le caiga pesada. Pero para el caso de los metales, el efecto de estos gases es totalmente perjudicial.
Independientemente que el agua haya sido ablandada o nó, el bióxido de carbono disuelto en el agua ingresa a la caldera, e inmediatamente, cada molécula de este gas se combina con una molécula de hierro con formación de carbonato de hierro. Pero esta sal es inestable a la temperatura de trabajo de una caldera, por lo que se desdobla en sus componentes iniciales: bióxido de carbono y hierro. El segundo queda en suspensión en el agua de la caldera hasta que se deposita por decantación en el fondo de la caldera. El primero, por ser un gas, se va con el vapor generado por las cañerías e instalaciones en que se lo emplea. Allí se combina nuevamente, cada molécula de bióxido de carbono con una de hierro, reiniciándose el círculo de desdoblamiento y posterior regeneración, en desmedro contínuo del hierro componente de caldera, cañerías e instalaciones.
En el caso de instalaciones que recuperan el vapor condensado para reingresarlo a la caldera, el problema se magnifica: Además del bióxido de carbono que recircula por el circuito por regeneración a partir del carbonato de hierro, se incorporarn nuevas moléculas del gas por ingreso de porciones de agua neuva al circuito. Estas aguas presentan normalmente una coloración amarronada en la muestra de purga de nivel o en la del circuito de calefacción, aunque a veces el color es enmascarado por la alta concentración de sales dentro de la caldera, siendo necesaria su detección por método analíticos.
¿COMO SE COMBATE EL BIOXIDO DE CARBONO EN EL AGUA DE LA CALDERA?
Como primer paso es importante mantener, mediante el agregado de buffers adecuados, un valor de pH entre 11 y 11.5 . Con esto se consigue un doble efecto: 1) Disminuir a su mínima expresión la reacción entre el agua y el hierro, con la indeseable formación de hidróxido de hierro. Al alejarse de estos valores ideales, el ataque del agua al metal responde a una ecuación parabólica. 2) Se impide el primer ataque del bióxido de carbono al hierro, dado que a estos valores de pH, el bióxido de carbono se combina más facilmente con las sales alcalinas que se emplearon para elevar el pH, que con el hierro de la caldera.
Pero hasta aquí sólo hemos evitado el primer paso del problema: La sal formada es también inestable a la temperatura, por lo que se regenera el bióxido de carbono que se desprende junto al vapor. Allí se lo debe atacar con compuestos químicos denominados aminas. Las que aquí se emplean son las llamadas aminas neutralizantes, las que se combinan con el gas con formación de sales estables a la temperatura.
Pero es tan peligrosa la presencia de cualquier molécula libre de bióxido de carbono que pudiera haber quedado, que es muy importante evitar sus efectos mediante el agregado de otro tipo de aminas: las formadoras de película, que quedan adheridas a las paredes del metal de los conductos de vapor, a la espera de cualquier molécula libre de bióxido de carbono para impedir su ataque.
Este es el tratamiento integral T.R.G.3 - QUIMICTON: Una fórmula compleja que hemos tratado de explicar en un lenguaje sencillo, lo menos técnico posible, que responde a las normas establecidas por la Ley de Seguridad e Higiene en el Trabajo en su totalidad.
DOSIFICACION: En forma contínua y automática mediante dosificador, o en forma manual, agregando 1 litro de T.R.G.3 por cada 5000 litros de agua ingresada.
Química DALTON realiza los análisis periódicos necesarios para una correcta dosificación y mantenimiento del equipo, con presentación de informes escritos, sin cargo extra para nuestros clientes.

 
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